Poemas de cierre
Poemas de cierre
Como cuando entiendo
Con el silencio que habla,
Viaje al unísono,
Barlovento eterno
Sin temporalidad.
Espacio multiverso
Donde los símbolos
Se recrean
Guardan la mañana
Para este ocaso vespertino.
A un lado: Timón,
Bestia acompañante del mundo.
Veo a mujeres
Que han cultivado la maternidad
Con sus ausencias
Con sus dolores
Con sus violencias.
Aquí,
Sin reconocer tiempo
Espacio deformado,
Con sus líneas amnésicas.
Con las palabras deformadas,
La pronunciación se ahueca,
No hay fondo
Como si la palabra me negara.
Corro, a ningún lado
aquí todo es tiempo y espacio,
eternidad bifurcada.
El silencio
Es una parte de la nota,
Se apreció el sonido
el silencio, se proyecta.
Como si se tratará de una ave,
Vuelas con cierto aroma a suelo.
Son las texturas cuadrapléjicas
De una tarde en ocaso,
Pachuca al fondo.
Como si tratara
De fondear el cielo,
Rasgo las marismas de mi franco izquierdo,
No hay sonido árteros
simplemente es el condicionamiento familiar.
Silencio
Espacio al paso,
Al trote que circula,
Uno
Dos
Tres
Con el sonido que alarma la tarde.
Espacio
Me he tratado de fijar a los símbolos,
Cómo si la realidad no bastara.
El paisaje insuficiente
La mañana delirante,
Estar en el viaje que debe terminar.
Alguna imagen,
Algún acondicionamiento voraz
Que circula en nuestras palabras.
Sonrío,
Vuelvo a la imagen diametral,
Vuelvo
Giro sobre tus goznes,
Miro
Las texturas sobresalen
Vinculan la hilaridad de lo acontecido…
Espacio
Símbolos que marcan,
Decoran el espacio
Donde existe un espacio programado.
Timón
Dame un nombre
Bestia-guía,
Sobre este suelo-paisaje.
Al frente,
Luces que retuercen la noche,
Pachuca sumergida en sus laderas-inclinaciones.
El descenso del viento-aire
Sobre un valle embravecido.
Flotas-levitas,
Compañero de viaje
Atento al fallecido sol.
Canino
Con el aroma como guía-rumbo,
Ser de la Tierra,
Vejez que irradia las esquinas.
Vuelas-corres
En el inframundo que hemos creado.
Sombras
Timón al lado-orilla
Estrella quejosa, con sombra adolorida-viva,
Compañia conjunta-completa
Báculo-lazarillo
Anexión sonámbula
Fuerza que sonríe a la ira.
Mujeres
He reconstruido imágenes
Cultivado mi ser desde el mundo,
En la penumbra miope
Del camino que traza el olvido.
Fuerza inmanente
De la sonrisa innecesaria,
Sol permanente
Que el silencio destapa.
Misterio del género
Que cuelga en la risa,
La limpieza permanente
De la idea sana,
Del recuerdo centrífugo,
De la mañana en calma.
Así las nombro
Sin complejos que surtan hazañas.
Resultado de caminar,
La relación entrelazada,
Amorfa, la relación multivoca.
Voy viendo litigar al aire,
Viraje gigante,
Sonríe a la vieja embestida del poder.
Abrazo
Desabrazo, cuenco eterno
Donde la vaguedad eterna
Se consolida con la imagen cambiante.
Reacómodo
Las texturas flotan
En un sin fin de grecas.
Los colores se mueven,
Divergen figuras lineales.
Hay un silencio que cruje
Entre risa y llanto,
El esfuerzo de poner los brazos en alto.
Sigilo de mar
Tormenta de ensimismamientos.
Viene la socialización,
Enervado y confuso
Todo se vuelve ruina,
Diálogos y métodos uniformes,
Se planean antes de la llegada de la media noche.
Confusión
El mundo sincretizando
Los movimientos ascendentes,
La palabra acomedida,
El silencio continuó.
Al final,
Un recorte de imágenes
Una serie de retazos, cuidados,
En medio de un ir y venir
La destreza de la maestría.
La palabra última
A lo largo del camino,
Aparecen palabras
Frases inconexas
Poesía alterna en mi enervado cansancio.
Nadie parece estar interesado,
Camino salado,
Donde la injerencia inyecta
La salobre razón
Bajo la mirada
De un séquito activo.
Salto
Brinco bajo el incienso,
Vaya de unísonos perdidos.
Las palabras se van
Abandonan al ambiente medular,
Como si no quisieran estar aquí,
Dando ideas
Configurando un eje que no es claro.
Al menos
Diré que algo sucedió.
Que no fluyo el tiempo,
La pasta clara,
El monte bien consolidado.
Mineral del Monte, Hidalgo.
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