Poema dominical
Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua…
guardada los recuerdos…
Julio Cortazar
Casa Tomada
Para Angélica…
Estas en una parte de la ciudad,
Cómoda
Incomoda,
Desde la distancia levantas tu mano,
Con la felicidad de la cercanía
Prolongada en la distancia espacial-temporal.
Sonreímos,
La vida nos reune nuevamente,
Involucionados en el círculo que no abre
Pero sí cierra desde hace tiempo.
Levanto el rostro para cubrir el sol de mi rostro.
Es un día resplandeciente,
Será un buen día para nombrarte,
Para verte sonreír,
con el presente,
con los cuidados de la mañana:
el desayuno
regar el jardín
mirar al escurridizo gato punk
acariciar al perro vecino.
Vienes a la memoria
Siempre fuerte
Casi al borde de la idea
Entre el sueño que no para
y
la conciencia inagotable.
Levanto la mano
saludo,
sigues de pie cerca de la escalera,
Me dices de ti,
Sigues siendo la niña en el campo de girasoles
Cercando la vida
Correteando a la luna
que temes no regrese.
Te escucho,
Tus palabras se organizan en torno al tiempo:
Desiciones
Hechos
Confusiones
Dilaciones
Compaginación con el mundo
Que no siempre cuadra en el universo.
Estoy feliz de verte
Pienso como debo de pensarme,
Surgen tus palabras
Surgen las mias,
Corrientes alternas que tratan de puentes,
Esos vanos que siempre serán cóncavos.
Giros
Desiciones alternados
Con este invierno sin tregua
Con frentes frios que llegan como pestes
Horizonte monocromático que nos hacen buscar los rayos de sol.
Levantamos las manos
Decimos,
De aquello que fue,
De la esperanza de lo que será.
Con al animo ondulado,
Sonreímos.
Saltas una página,
Salto otra,
Espacio socarrón que nos condena a esta ciudad,
A todas las desiciones que son hechos
configuradas en torno a la realidad.
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