Imposibilidades
Es la consecuencia insana de rechazar la existencia del otro,
de no asumir que el otro es la raíz de todas nuestras esperanzas
Francesc Arroyo
Espacios de sobrevivencia
Ver tu rostro,
Las necesidades se vuelven otras,
Mucamas, arcángeles, cupidos y vidrios rotos
Que ahora alojan el mundo de lo inmediato.
Sostener la vida,
con galpones de inmensidad,
Caída libre,
donde los frenos
apenas son unas pendientes.
Un momento,
dos momentos
Donde repasar las horas,
Pago por trabajos absurdos,
Por vender objetos estúpidos
innecesarios.
Tan poco diferente
A vender tu experiencia reducida
En necesidades ingentes de poca sabiduría.
Al frente, grupos de adolescentes
Fugacidad y desparpajo,
Horas consumadas en el esfuerzo,
Cansancio,
Retorciendo las horas en dias,
En meses cortados,
sin pago en vacaciones de verano.
Esta lucha cruda
Por conseguir dinero,
Movimiento inmediato carcomiendo,
Inalcanzable para la vida,
Para el espíritu estancado
sobreviviente de un neoliberalismo atroz.,
aún no diezmado.
¿En qué momento cambiamos lo inmediato
Por esa clara eternidad de lo permanente?
Se alejan las lecturas
La maravilla del texto,
La palabra mágica,
trágica
o de ensueño.
Se marcha con la agonía de la extinción,
Supurando un tufo de adios.
El pendiente es vivir apenas,
Sin Dios,
Con recuerdos que remedamos a medias
calles donde ahora vivimos:
Banquetas rotas
Parques hechos basureros,
Asfaltos rotos
Espacios dañados por un urbanismo hostil y corruptor.
Ahora,
Sentados en esa banca inmensa
Teniendo como escenario nuestro paisaje cotidiano,
La ciudad, un parque acotado;
Apenas me ves,
Intento verte,
Somos una lejanía que comienza
Entre la precariedad laboral
Y
La sobrevivencia de género.
Remembranzas que ya no cobijan
Y una retahíla de olvidos, forzados, que colman.
Cambios
Miras el nuevo paisaje
Creado por viejas necesidades,
Nuevos saberes inmediatos.
Guardo un poco de aire,
Releo a Han,
Para reconocer el estado del tiempo,
Alguna luz
Un hueco que quede para explorar
desde esta ventana
desde la orilla de este espacio
donde hubo un lago,
ahora gris y urbanizado.
Es un domingo que se agota
Apenas en la mañana,
Paty sigue dormida,
Escribo como obseso
pero siento,
que la palabra me olvida
que la imaginación expira
y la energía se dispersa.
Incompleto
El recuerdo enternece.
Se han marchado los sueños húmedos
La fantasía que surcó el pasado.
Está la ciudad y la tarde enhiesta.
Marañas de tiempo agotado.
Lo nuestro que fue eterno,
Subrayado en lo inmemorial,
Se recuesta en un espacio público
anónimo.
Te vislumbré…
Verte, aquí estas
Calzas en rojo.
Pienso, qué debo pensar,
El corredor se vuelve mosaico
Bancas donde la gente pasa el tiempo,
Arboles con vegetación secundaria que está por enfermar o morir.
Levantas tu mano.
No sabemos como saludarnos,
Preguntas
La respuesta inmediata
Es la de una pregunta redonda,
¿Qué quieres hacer?
Caminamos ausentes de nosotros,
La calle que hemos transitado,
Recorrida en varios momentos.
Por ahí un restaurante,
Música de fondo
Balcones,
Comercios que ahora mismo
Son de todos menos de este recuerdo.
Llegamos,
Con la sonrisa desdibujada
Comemos
Repasamos amistades,
Todas ausentes
Pero enfatizamos en pensarlas con nosotros.
Caminamos
La plaza se vuelve colorida,
Gente que fluye
En sus propias angustias
Distracciones tórridas.
La calle nuevamente.
Caminamos
No puedo decir algo concreto,
Nunca pense vernos nuevamente.
Me despido,
Te abrazo con la ausencia
Que sabe a nuestro añejo amor,
Pasión alterna.
La alameda
La Alameda,
Ya no es,
Fue sus bancas húmedas,
rocas volcánicas.
Sus jardines sin pasto,
Con sus espacios olvidados,
Sus fuentes y vendedores,
La prostitución en álbumes de todas las gamas,
Militares, policias que buscaban el lugar para sus distracciones.
El recuerdo del paseo semanal,
Su gente extraña,
Sus espacios ingentes
Vueltos la medula de la ciudad que conocía.
Contamos con árboles enfermos,
Mosaicos que son de interiores
Vistos desde las orillas,
Un espacio que ya no es…
Conjeturas
Esta es una despedida.
Una ausencia delimitada por el recuerdo.
Se acabaron las horas de fantasía,
El deseo deshecho por horas.
El sonido diverso de lo escuchado.
Sin dudas que alimenten la mañana.
El recuerdo vago distanciado.
Se acabaran los sueños
Magia de la intercomunicación
Reprimida para entonces.
Se acaba el compromiso de pensarte
De acariciar la mañana en todo momento.
Tecamac, Edo. De México
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