Ciudad innombrable
Te
hago recordar Pachuca.
Se
avecina una tormenta,
un
sueño frío socorre tu vida.
Una
piel hecha de auroras dista del mar una legua,
medida
que somete el tiempo,
toda
distensión deviene en distancia,
suelo
azul tierra.
Piel
color marrón,
elucubrada
en el horizonte.
Bermejo
Cloro
bermejo
usurpando
por vocación tu voz.
Te
escondes,
lloras
las horas
y
el viento seco de la ciudad.
Sabes
huida
reconoces
la paz del mundo.
Y
deletreo el viento
la
piel girando sin parar.
Sueño
que sueño
en
un lugar sin aspavientos.
Lucha
que luchas
con
todos lo recuerdos enhebrados,
vinculados
con sonidos lejanos,
pieles
que usurpan el mundo
surcos
que arrojan al mundo.
Me
pides que paree,
que
la ciudad innombrable se quedé ahí,
ensortijada
como la tarde que somete,
como
la noche desdibujada,
arrepujada
en el silencio del hastío,
de
la noche,
sin
noche,
de
la paz deshilvanada.
Llega
la noche
llega
el recuerdo que se cruza
bajo
un sortilegio gris
sortilegio
negro que ennegrece
miedo
oculto que se oculta
eso
es la ciudad innombrable bajo tus ojos.
De
Grave
Ausencia
verano
2014
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